Resumen: Talleres Beal fue creada, en 1947, por iniciativa de Gabriel Betondo Osteche, con la implicación de sus hermanastros Nicolás, José Mari y José Cruz Albizu Aizpurua. Fabricante de motores diesel marinos e industriales de potencias comprendidas entre 3 y 55 HP, fue uno de los clásicos de la industria zumaiarra de la segunda mitad del siglo XX. Cesó su actividad en 1984.
Historia: La idea de crear una nueva empresa fue de Gabriel Betondo Osteche, encargado general de S.A. Balenciaga y hermanastro de Nicolás, José Mari y José Cruz Albizu Aizpurua. Estos tres hermanos se encontraban en Sabadell, donde llevaban tres años trabajando en una empresa textil cuando Gabriel les transmite la idea de montar una empresa en Zumaia.
Anteriormente los tres trabajaron en S.A. Balenciaga como encargados, Nicolás en la sección de montaje, José Mari en la de calderería y José Cruz en la de mecanizado.
Es así como decidieron regresar al pueblo y ponerse manos a la obra. Alquilaron unos bajos de la casa de Rafael Achurra, en el paraje denominado Bonbillo, y con fecha 7 de febrero de 1947, Julian Betondo Sasian, hijo de Gabriel, que trabajaba como delineante en S.A. Balenciaga, solicitó a la Delegación de Industria la oportuna autorización para instalar un taller dedicado a “la reparación de maquinaria especialmente la de barcos”. Adoptan el nombre comercial de Talleres Beal, formado por las iniciales de los apellidos Betondo y Albizu.
Inicialmente, fue Julen Betondo el titular de la empresa, para más adelante pasar a nombre de Nicolás Albizu y años más tarde se constituye como Talleres Beal S.A., según escritura notarial del 27 de julio de 1974.
A finales de 1956, Joseba Albizu, hijo de Nicolás, se trasladó a un taller de la calle Etxezarreta, anteriormente ocupado por Saturnino Echaniz, y para lo cual solicitó la autorización oportuna su padre Nicolás. Según la memoria presentada en la Delegación de Industria, la actividad de este taller fue la de “mecanizaciones para otras industrias” como Talleres Beal, Autornifer, Carmelo Unanue y otros. Al poco tiempo se cerró el taller por la inesperada muerte de Joseba.
Fue el año 1984 cuando la empresa cesó su actividad.
Características y Producción: Talleres Beal, fabricante de motores diesel marinos e industriales de potencias comprendidas entre 3 y 55 HP, fue uno de los clásicos de la industria zumaiarra de la segunda mitad del siglo XX, y puede situarse tras Carmelo Unanue y Yeregui Hermanos, en el siguiente nivel de importancia, entre los fabricantes de motores.
Fabricaron más de 1.100 motores de la marca “Beal”, que llegó a ser muy conocida en la cornisa cantábrica y también en la costa atlántica andaluza.
Comenzaron construyendo maquinaria de encargo: cortadoras y enrolladoras o curvadoras de chapa, taladros y tornos, la mayoría para la empresa S.A. Balenciaga.
En un acta de comprobación, del mes de julio de 1953, levantada en la S.A. Balenciaga por la Delegación de Industria, se constata la instalación y puesta en marcha de un torno “Beal” de 2.225 mm. de 3 CV de potencia.
Los primeros años de la empresa se vieron afectados por las consecuencias de dos guerras, la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, que dieron lugar a la escasez de elementos básicos para la industria, como acero, herramientas, combustible y también de energía eléctrica que provocaba numerosas restricciones, lo que impedía a las fábricas y talleres trabajar a pleno rendimiento. Para solucionar la falta de suministro eléctrico, el año 1949 tuvieron que instalar un motor de explosión a gasolina de una potencia de 12 a 14 HP, de 4 cilindros, marca ”Ballot” con su alternador correspondiente. Cuando las máquinas del taller absorbían mucha energía tenían que acelerar el motor para producir más potencia, tal y como recuerda Xabier Albizu, hijo de José Mari, que era el encargado de la operación cuando tan solo contaba 14 años de edad. Pero como también escaseaba la gasolina y además era muy cara, pensaron en sustituir el motor de gasolina por un motor diesel de más potencia. Así, consiguieron desmontar y copiar un motor de 8 CV de una canoa francesa, que tenía el amarre en el río Narrondo, y después fabricarlo para uso propio.
Este hecho propició la introducción de Talleres Beal en el mundo de los motores diesel y así, el 20 de octubre de 1950, envíaban una instancia a la Delegación de Industria de Gipuzkoa, acompañada de la correspondiente memoria, solicitando autorización para producir motores diesel marinos e industriales, de 6 a 50 HP de potencia. Es de señalar que en dicha memoria se alude a que cuentan con personal técnico y especialistas que tienen más de 25 años de experiencia en la construcción de motores en las casas Yeregui y Balenciaga, S. A., ambas de Zumaia. En esa fecha tenían una plantilla de 15 personas.
Uno de los primeros motores fabricados fue destinado a una amasadora de hormigón, para los albañiles y constructores Agustín Aizpurúa y Jesús Irigoien. El motor era refrigerado con un radiador de agua y un ventilador.
Talleres Beal llegó a tener una plantilla de 35 operarios y fabricó más de 1.100 motores, bien como propulsores o como auxiliares, siendo los de 3 a 16 CV de un cilindro a 2.000 rpm. y los de 18 a 60 CV de dos cilindros a 1.500 r.p.m. Cabe citar que entre los barcos equipados con motores Beal estaban los de pasaje de la bahía de Pasajes y los gasolinos de la ría de Bilbao. Es también reseñable que uno de los puntos de venta más importantes de Talleres Beal, fue Barbate de Franco, (Cádiz).
Otros productos producidos por Talleres Beal fueron: embragues para motores propulsores, líneas de ejes para las embarcaciones y la mecanización de hélices. También realizaban trabajos de montaje de motores sobre embarcaciones.
Al menos registró dos patentes. Una el año 1953,
“Perfeccionamientos introducidos en motores diesel a cuatro tiempos” con la referencia P0211179 y otra en 1962 “Perfeccionamientos en los motores diesel de tipo marino industrial” con la referencia P0277054, ambas a nombre de Julian Betondo.
Debido a la falta de demanda, provocada por la crisis del petróleo, el año 1979 abandonaron la fabricación de motores, dedicándose en adelante a prestar el servicio postventa de los motores fabricados, al suministro de piezas de recambios y a la realización de trabajos auxiliares, entre otros, para la empresa Orbegozo de Zumarraga.
