Es innegable que la economía de Zumaia y por tanto la de sus habitantes, está muy ligada actualmente, al sector industrial, pero también lo fue así en gran medida en el pasado. Aun siendo Zumaia un pueblo costero, la actividad pesquera no ha alcanzado en su desarrollo la importancia que ha tenido en otras poblaciones costeras. Pero, en cambio, sí han estado vinculadas al mar algunas de las principales iniciativas industriales llevadas a cabo en la villa, durante su proceso de industrialización, como son la construcción naval y la fabricación de motores marinos.

Así, Francisco María Labayen, al referirse a Zumaia en su obra “Cosas memorables de Guipúzcoa”, decía entre otras cosas “.. es el menos pesquero del litoral guipuzcoano” y continuaba “.. es la industria la principal riqueza de Zumaya, pues en estos últimos años se han creado grandes talleres metalúrgicos para la construcción de calderas para barcos pesqueros y de carga, motores marinos, astilleros para la construcción de buques, tanto de casco de madera como de hierro, toldos y velamen, máquinas de precisión, conservas de pescado, etc., sin olvidar las fábricas de cemento natural que han constituido desde tiempos atrás una de las principales riquezas de esta zona y del movimiento de su puerto, en el que en tiempos normales entran 600 buques anuales, aproximadamente, para exportar alrededor de 80.000 toneladas de cemento.”

Las empresas, como los seres vivos, nacen, se desarrollan y mueren. Prácticamente todas las que se crearon en Zumaia antes de mediados del siglo XX, han desaparecido, salvo Astilleros Balenciaga, la decana de las empresas zumaianas, que ha superado los 90 años de existencia. Lamentablemente, apenas han quedado vestigios materiales de los elementos que generaron (edificios, maquinaria, productos, herramientas, etc.), que constituían parte del patrimonio cultural de nuestro pueblo, como seña de identidad y memoria del lugar. ¿Cómo es posible que un emblema de la industrialización sea tratado como chatarra? Como pequeña muestra, cabe citar el caso de la grúa de la rampa de Arbustain, símbolo emblemático de la industria zumaiana, de la primera mitad del siglo XX, a la que se ‘dejó’ caer, para ser abandonada en un zarzal.

“La falta de sensibilización y las presiones por parte de los intereses especulativos e inmobiliarios han hecho y hacen que cada día desaparezcan más edificios de carácter industrial. Todo ello suele desaparecer sin dejar rastro, sin dejar huella, aunque tan solo fuera su fotografía, su pequeña historia, su documento gráfico”.

Con el ánimo de rescatar la historia, recuperar la memoria y poner en valor el legado industrial de la villa, en la primavera de 2009 se formó un grupo de trabajo, para poner en marcha el proyecto denominado Zumaiako Industria-ondarearen Informazio Zentroa-ZIIZ, integrándose en ZART-Zumaiako Arte Taldea elkartea.

Esta iniciativa trata de crear una exposición permanente basada en la historia y evolución de la industria de Zumaia, por entender que la actividad industrial ha sido y es un factor fundamental tanto en el devenir de Zumaia, como de sus habitantes.

El objetivo principal del proyecto es el de crear un espacio de información del patrimonio industrial de Zumaia, Zumaiako Industria-ondarearen Informazio Zentroa-ZIIZ, para fomentar el conocimiento de la historia de la industrialización de la villa  y de su importancia como factor determinante de su evolución económica, social y cultural.

Para lograr dicho objetivo principal, se plantean como objetivos específicos: la búsqueda, clasificación y conservación de documentos escritos, gráficos u orales, y de vestigios físicos; la sensibilización sobre el tema de los diferentes agentes, autoridades y público en general, y la divulgación de la información y elementos que se vayan recuperando a través de diferentes medios.